El agua de lluvia es limpia y pura, no contiene cal ni cloro. Un 50% de los usos del agua en una casa pueden ser sustituídos por el agua de lluvia, lo que representa un ahorro de recursos de por vida (económicos, energéticos y medioambientales).
Recuperar el agua de lluvia es una fácil solución que ayuda al ahorro de millones de litros de agua potable y de energía.